La inferioridad cultural en México un legado del pasado en el presente. Dominado por la conquista y la re-construcción de la realidad cultural en el México nuevo.
Me refiero a la inferioridad cultural a la sensibilidad del mexicano sentimental, al desinterés que esta muestra por las situaciones cotidianas, a la inferioridad en el lenguaje a través del tiempo y el espacio que definen la cultura en México. A la perdida de valor por la vida humana, al dominio ideológico que existe y la desesperanza que este vive y se refugia bajo su panteón religioso. Me refiero al mexicano que pasa desapercibido por la vida el que tira la piedra y esconde la mano, el mentiroso, el chaparrito, el feo, el que vive de chingar y se cuida de ser chingado, el mismo que vive a la apuesta cotidiana.
“Todo lo que los hombres piensan,
Obran y crean atañe a sus prójimos”
Karl Jasper
INTRODUCCIÓN
En primer punto, hago referencia a la cultura mexicana en el presente, muestra de una historia del pasado, misma que fue Re-construyendo la realidad social del ser mexicano. Al paso de los tiempos como dice Bonfil en el México profundo, la identidad del mexicano se ha construido a base de una historia inferior, originado por una dominación ideológica que arrastramos desde la conquista.
De esta manera, en México se ha construido un ser nacionalista, el cual por la dominación ha jerarquizado la sociedad en cultura nacional, me refiero a la cultura del mexicano en el presente que es la del pasado, aun cuando la guerra ideológica modernista se afana en transformarla.
En segundo punto hago referencia al lenguaje tradicional del mexicano, el lenguaje popular, del pueblo, de la raza, el clásico, me refiero al lenguaje que utiliza el mexicano que no es más que un símbolo de inferioridad en el cual puede escabullirse para no denotar su misma inferioridad en la cual esta sumergido, así como también la raíz de éste donde encontramos a dos tipos de mexicanos el mestizo vulgar y el superior.
También soy hincapié en cuanto la influencia negra en México los asentamientos que dieron origen a algunas de las costumbres y tradiciones que arropamos en nuestra cultura, así como también, el símbolo de inferioridad que estos trajeron simplemente por ser esclavos. El pochismo en el norte del país y su influencia americana, misma que se ve reflejada en un complejo de inferioridad cultural; Me refiero al mexicano sensible, melancólico y tradicional.
Al hacer énfasis en la cultura mexicana como parte de una construcción social, en la cual han participado no sólo dos, sino tres razas principales (el indio, el español y el negro) mismas que se han ido mezclando y, a la vez re-acomodándose y re-acomodando la cultura nacional, lo que llamaba Aguirre Beltrán “proceso de aculturación”.
En algunas lecturas consultadas de los “hiperionistas”, han argumentado ciertas expectativas sobre el mexicano y la mexicanidad, ya que el primero es un ente que deambula por la vida sin ningún interés, no se preocupa por aprender algún idioma, decidirse por la tecnología o el cientifismo, no le interesa el progreso porque esta cómodo con la situación, porque el dominio de la conquista afecto tanto en el nacionalismo que aun se encuentra en el proceso de desinterés, como argumenta un informante mujer de 48 años residente del ejido Nuevo Santander, Jiménez Tamps “No, no me interesaría por hablar algún idioma, pos (sic) uno nadamas se comunica con el español y la Gente se entiende no?”.
Otro de los aspectos que quiero resaltar son los “modales”, mismos que se han inculcado en el respeto, pero ¿que tipo de respeto?… el respeto al que me refiero es cuando se le besa la mano al saludar a un adulto mayor, ya sea este tu abuelo(a), vecina (o) mayor, el cura o la monja del convento, entre otras personas. Este acto de respeto no es más que una muestra de inferioridad que se encuentra en la realidad del pasado melancólico del mexicano, dominado por la iglesia, la cual te condena por no dar el diezmo el domingo en misa, la misma que nos conquisto y nos introdujo sus santos los cuales derrotaron en tres caídas seguidas a nuestro Tlaloc, Cuatlicue, entre otros, y hasta la malinche nos dejo. Como narra un informante varón de 50 años, residente del ejido Nuevo Santander, Jiménez Tamps:
Yo lo veo como algo sobrenatural como rey de todo el universo, centro de nuestra vida, dios es como dice él, es lo mas importante para nosotros porque para todo lo necesitamos, primero esta él, en todo, tenemos que pedirle siempre por todo lo que queramos hacer para que nos ayude, para nuestros campos, para nuestras ventas… Otro ejemplo de nuestra cultura, se encuentra en la supuesta educación que nos han inculcado en casa, en escuelas, instituciones o en las mismas iglesias, ya que consiste en ponernos a la disposición de cualquier extraño que acabamos de conocer, este al momento de saludar: bueno pues aquí esta tu humilde casa, aquí en la 17 sur tu casa, estas en tu casa, cuando quieras aquí tienes una casa…esto no es mas que la imagen de una sociedad dominada por el español sobre el indio, que al paso del tiempo la influencia de su cultura se quedo impregnada en la clase inferior, la del ( pobre, el feo el que esta vendido en la tienda de raya, el que usa manta, el que vive sin tierras pero las trabajas como suyas, mas tarde el proletario) y el lenguaje inferior que utilizamos como complemento de expresión al saludar: estoy para servirte, que se te ofrece, lo que necesites, mande usted, en un momentito… esto es a lo que llamo “proceso de inferioridad” cultural en México.
Por otra parte el desarrollo tanto científico-tecnológico como el progreso del mexicano se ve afectado por esta cultura que actúa como un verdugo, que te derrota antes de intentarlo, a lo que comúnmente llamamos ya merito: acababa la universidad, casi entraba el gol, quedamos en octavos de nuevo. Esto origina unmañana termino, cuando podemos conseguir y culminar hoy dejamos para mañana:cosas, trabajos, estudios, intereses y mas que nos llevan a la nada a la clara identidad del mexicano derrotado por la suerte la cual culpamos de todas nuestras carencias y derrotas por la vida, nací pobre y pobre me moriré, jamás tendré, dios me mando pobre porque así es mi cruz, son pruebas de dios, dios aprieta pero no ahorca.
La economía del mexicano siempre presagia mal augurio, esta por el derroche y el vicio en cuanto a la necesidad de adquirir uno, es el sentido de pertenencia de alguna edad donde se deje sentir la hombría, interpretada con el vicio tal vez para demostrar o solo por que así lo hace papa… esta cultura de presagio lleva al mexicano supersticioso a creer y el creer lo domina porque la fe la llevan al borde de dar lo poco que tienes, esto es un ataque a la economía. También en cuanto en días festivos se deja de laborar, yo no trabajo el día primero, el día 10 es para mi mama,, mi cumpleaños, el día de mi santo, de mi hijo (a), del compadre, me levante tarde, hoy juega la selección.
Según Roger Bartra, el complejo de inferioridad, es característico en el mexicano, el que culpa, que señala: el cascarrabias, el derrotado, el pobre, el feo, el moreno, el sucio, el borracho, el vago…
El carácter nacional del mexicano es tan sencillo que lo único que pretende es vivir, sin importarle cómo, dónde y cuándo. Ya que el hombre no pide nacer, no sabe vivir y no quiere morir. Según Bartra (2002) el mexicano se enreda fácilmente en relaciones amorosas y funda hogares que nunca duran más que efímeros tiempos, gasta más de lo que tiene, y ahora tiene que acudir al empeño, se termino la raya, vamos a empeñar… (Pues apenas es martes). Así se explica que no le importa vivir desgarrado, siempre que pueda satisfacer innumerables tentaciones, y se justifica: cuando yo muera nada me voy a llevar, ya que vive en su realidad tan pequeña como sus ganas.
El mexicano es tan inferior que tiene una susceptibilidad extraordinaria a la crítica y la mantiene a raya anticipándose a esgrimir la maledicencia contra el prójimo. Por la misma razón la autocrítica queda paralizada. Necesita convencerse que los otros son inferiores a el. No admite por tanto superioridad ninguna y no conoce la veneración, el respeto y la disciplina. Es ingenioso para desvalorar al prójimo hasta el aniquilamiento… (Bartra, 2002pp. 118).
Por otra parte, Bartra menciona que otro de los complejos de inferioridad del mexicano se encuentra en la música tradicional-popular del pueblo, la cual inicia a causa de acontecimientos heroicos, como los corridos, estos que delatan a aquellos que murieron y no fueron reconocidos estos que dan vida a valientes heroicos que mueren en defensa por un amor, mismos que pierden el sentido por la vida, como argumentan algunos seguidores de Valentín Elizalde: Muere el gallo de oro, 25 de noviembre del 2006 fecha que nunca olvidaremos, las mujeres lo adoraban, valientes como el ya no hay, una estrella de la sierra ahora nos alumbra en el cielo.
La cultura tradicional mexicana, me refiero al corazón de México, desde Guanajuato hasta Zacatecas, incluyendo a Michoacán, Aguascalientes, Jalisco, entre otros, y en particular me refiero a Guanajuato, donde la vida no vale nada… donde se dan los hombres…la pura cajeta…esta mezcla aculturada del criollo sobre el mestizo ha logrado una gran diferencia entre el lenguaje tradicional y el clásico, donde surge un nuevo lenguaje, el popular…que al paso del tiempo, éste toma un dominio en el país, desde Yucatán hasta baja California, y dentro de este lenguaje se encuentra lo que llamo popular, el inferior, el de la clase baja, el mismo que confundimos, los VIP le llamarían “el de los nacos”…incluyendo los pa que, ta bien, pos si… me refiero al lenguaje como una categoría de inferioridad en el mexicano, ya que la manera de expresarse, la utilización de un lenguaje inapropiado “cantinflesco”, la manera de acortar las palabras, decir y no decir, entre otros peyorativos, no es mas que un símbolo de inferioridad, al hablar de una manera que distinga ante el patrón, incluyendo los: salte pa’fuera, métete pa’ dentro, súbete pa’rriba, bájate pa’bajo, un claro ejemplo de dominación del español sobre el indio, donde el primero le ordenaba que efectuara alguna acción, el indio atemorizado no sabia que hacer y se tenia que explicar doble y con señas para que entendiera, este a su vez lo fue adaptando como un lenguaje modelo y es tiempo que escuchamos estos pleonasmos lingüísticos.
También quiero hacer hincapié en cuanto a la influencia negra en México, donde tuvimos un gran auge con la comunidad liberiana establecida en baja California, los negros en Coahuila, los jamaiquinos en la construcción del istmo de tehuantepec, la influencia negra en Veracruz, los de Guinea en Cuijila, los asentamientos ya desaparecidos en la cuenca del Rió Bravo, entre otros, donde nos han dejado un legado en las herramientas y modales para la medicina, la agricultura, la ganadería, y la pesca.
Es así que:
Avasallada la huasteca por Hernán cortes a finales de 1522 y gobernada por nuño de Guzmán en 1526, el negro africano capturado y vendido por los portugueses y españoles, llego a las antillas y a Tamaulipas así como a Veracruz y parte de Guerrero, estableciéndose en el litoral mexicano; este no llego solo si no con el conquistador blanco. (Herrera, 1998. pp. 5)
Estos grupos de asentamiento que llegaron a finales del siglo 19 donde algunos colaboraron en las diferentes luchas que sostuvo el país, estos negros esclavos que ayudaron nos trajeron también un legado de inferioridad de donde encontramos la influencia veracruzana el pué si…pué que…mi negro…la chula, los vocablos conservados hasta hoy que perdieron su valor semántico original tal es el caso de ciertos adjetivos sustantivos y toponímicos como, mocambo, chamuco, cafre, mondongo, mandinga etc., así como también las cantatas tropicales que mas tarde se re-construyeron en la cumbia, la chilena, la cuenca entre otras.
La influencia negra en la instrumentación de sonidos que Con-forman el huapango y el chotis. Me refiero a esta culturización en la cual participan diferentes razas conformando una cultura inferior en la mezcla de estas mismas que mas tarde llamaríamos “cultura mexicana”, así que:
La herencia africana en el acervo cultural mexicano debe buscarse en la cultura popular, en la religion y la magia, en la medicina tradicional, en el habla y los cantares, en las formas de cocinar y los hábitos alimenticios, en los refranes y las leyendas, en la preferencia por ciertos colores, en las maneras de bailar y en determinadas formas musicales. (Martínez María: 2005pp. 39)
Por otra parte la rivera maya caribeña, los chapanecos con los chapines y los tabasqueños con los beliceños, donde sigue el negro como un modelo mexicano. Esta aculturación que también predomina en el norte del país con los denominados pochoslos que no son de allá pero tampoco de aquí, los mexicanos que se sienten gringos los que hablan ingles y no conocen el español pero se llaman pedro, José, filemon, Arturo, Juan…o se llaman jim, jesse, harold, joe, y su apelativos son Hernández, Gonzáles, Pat. Entre otros…
El pochismo también tiene un auge en la cultura mexicana del chicano, el mismo pero s cree diferente, el que nace allá con la influencia de una cultura mexicana, y la educación de la misma que los lleva a la universidad como ejemplos de un México derrotado porque hablan el ingles “mejor” que un “gringo” pero son morenos chaparritos y feos. (Es por eso que se sienten derrotados). Esta aculturación en México lleva a la interpretación de una mezcla cultural, por estos modos de vida que permite la misma cultura, así podemos identificar la nueva cultura del mexicano inferior, del que prefiere un salario de maquiladora o la tierra a un trabajo en algún sector político, o formar su propio negocio, esto no es mas que el miedo a emprender, y a aprender, mismo que le da por esconderse bajo la esperanza de la virgen de Guadalupe y vive a la apuesta cotidiana.
Algunas pesquisas de intelectuales mexicanos del siglo pasado han argumentad, que el mexicano es una criatura melancólica, enfermedad que pertenece más a la imaginación que al cuerpo y que expresa de la manera más aguda la condición humana. El mexicano es un ser de infundió con todos los matrices de disimulo, encubrimiento, mentira y fingimiento el mexicano es sin duda un vago, malhora, relajo y vacilador. (Garizurieta 1946, revista el hijo prodigo num. 40.)
Este complejo de inferioridad que denota el mexicano, como dice Ezequiel Chávez, es la que ha dado origen a ser un país tercermundista, a decidirnos cruzar el rió bravo, al no apostar, al no elegir. Ahora mi pregunta es ¿Cómo se pasa de una insuficiencia ontologica a una inferioridad?…la insuficiencia tiene un origen en nuestro carácter, el carácter del mexicano sensible, el mexicano es caracterológicamente un sentimental. La vida mexicana esta impregnada por el carácter sentimental y puede decidirse que la tónica de esa vida la da justamente el juego de la emotividad, la inactividad y la rumiacion interior infagable, el mexicano se siente débil por dentro, frágil; ha aprendido desde su infancia que su fuero interno es vulnerable y hendible.
Esto no es más que lo que dice el maestro Emilio Uranga:
La melancolía ontológica es la melancolía del reflejo psicológico de nuestra constitución ontológica, de la estructura precaria de nuestro ser que es fundamento de su nada y no de su ser, la melancolía es mas originaria que la angustia. Así el misterio de la imaginación colinda con el de la nada y este con el del hombre, la melancolía expresa la intima trabazón entre el hombre, la nada y el sueño (Bartra 2005, p.153)
De tal manera, el mexicano siempre trata de protegerse de los destinos de la vida, y ha construido una “mascara de hipocresía”, la misma que le sirve para pasar desapercibido por la vida, el que tira la piedra y esconde la mano, el mismo que busca escabullirse y evadirse, del recto que colinda con el disimulo y la hipocresía ya que no es mas que la convicción de la incurable fragilidad, quien vive amagado por la destrucción se siente frágil y destruible se expone a la aniquilación y ha elegido la nada y la vacuidad, de ahí ese desprecio tan característico por la vida humana.
Otra característica es la inactividad que no es mas que la tara del carácter sentimental del mexicano, el desobligarse de los quehaceres el dejar todo para mañana el despuéstermino, ya me canse el estar desganado es aparentemente estar aburrido y en la desgana hay un asco por el sentido de las cosas, es la insuficiencia el mexicano se evade por la elección de la inferioridad, así también la inactividad suscita también otro sentimiento que calificaremos de dignidad. El mexicano vive siempre indignado esto corresponde a lo que Kant llama libertad en sentido negativo.
CONCLUSIÓN
Esta crítica sobre el “ser mexicano”, me ha llevado tiempo y dedicación al observar así como experiencia propia dentro de un ambiente conocido y re-construido, es por eso que me retracto…
Creo que al mexicano no le da por lo grande por que no tiene que superar ninguna inferioridad; realista por excelencia, ve su mundo empequeñecido y se conforma con vestir pulgas o colocar un matrimonio o un entierro en una cáscara de nuez, si tuviera complejo de inferioridad, para superarlo le daría por conquistar Guatemala o liberar las minorías étnicas de Belice. Al mexicano que le da por lo grande lo ponen en el manicomio. A ningún escritor de México se le ha ocurrido escribir la epopeya o la gran novela universal; se conforma con ser modesto novelista, cuentista o chascarrillista, simplemente mexicano”. (Bartra, 2002, pp.130).
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